La historia de la Legionella: de un misterio letal a una amenaza controlable

En el mundo de la microbiología y la salud pública, pocas bacterias han marcado un antes y un después como la Legionella. Esta bacteria, invisible a simple vista pero capaz de causar brotes devastadores, nos recuerda la delicada balanza entre el agua cotidiana y los riesgos ocultos en nuestras instalaciones. En esta sección de Análisis Alimentos Alzira, exploramos su historia de manera cronológica y accesible: desde sus orígenes biológicos hasta su descubrimiento histórico, pasando por la diversidad de especies y la importancia de detectarla a tiempo en las instalaciones. Ya seas un estudiante curioso por la ciencia detrás de las epidemias o un gestor de instalaciones que busca prevenir riesgos, esta narrativa te guiará paso a paso, con datos rigurosos y un toque de intriga histórica.

¿Qué es la Legionella? Una bacteria acuática con un talento para la supervivencia

Legionella es un bacilo delgado y móvil, capaz de sobrevivir en ambientes acuáticos naturales y artificiales. Es un género de bacterias Gram-negativas, aerobias estrictas y con una alta afinidad por el hierro, un elemento esencial para su metabolismo. Habita de manera natural en aguas superficiales —lagos, ríos o estanques— pero coloniza con facilidad las redes artificiales de agua: sistemas de agua caliente sanitaria, torres de refrigeración, jacuzzis o fuentes decorativas. Encuentra allí sus condiciones ideales: temperaturas entre 25 °C y 45 °C, nutrientes y estancamiento.

La presencia de hierro disuelto o corrosión metálica actúa como un auténtico fertilizante para su crecimiento. Además, coexiste con bacterias heterótrofas que crecen a 22 °C, formando un ecosistema simbiótico que le proporciona nutrientes y protección frente a desinfectantes. Por eso, en Análisis Alimentos Alzira, los análisis no se limitan a buscar Legionella: también medimos recuento de bacterias a 22 °C y detección de hierro como indicadores indirectos de riesgo. Un cultivo positivo a esta temperatura en una muestra de agua estancada es una señal clara: el sistema está listo para una proliferación explosiva. Por eso, los análisis de hierro y bacterias a 22 °C son aliados esenciales para prevenir el desarrollo de Legionella spp. en sistemas de agua.

El descubrimiento: Filadelfia, 1976

La historia moderna de la Legionella arranca en julio de 1976, durante una convención de la Legión Americana en el hotel Bellevue-Stratford de Filadelfia. Lo que empezó como una celebración se convirtió en tragedia: más de 200 veteranos enfermaron con una neumonía atípica grave; 34 fallecieron. Los antibióticos fallaban, y ningún patógeno conocido encajaba.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) lideraron la investigación. Meses después, aislaron una bacteria desconocida en los pulmones de las víctimas. En honor a los afectados y a la asociación implicada, la bautizaron Legionella pneumophila —“bacteria pulmonar de los legionarios”—. El origen: el sistema de aire acondicionado, donde aerosoles contaminados se dispersaron por los conductos. Este brote no solo dio nombre a la bacteria, sino que revolucionó la salud pública global. Ese suceso marcó el nacimiento de una nueva era en la microbiología ambiental: el estudio de las bacterias que viven donde el ser humano confía en el agua.

Tipos de Legionella y su importancia sanitaria

Hoy se han descrito más de 60 especies y 80 serogrupos dentro del género Legionella. Aproximadamente la mitad pueden causar enfermedad en humanos, aunque la más relevante es Legionella pneumophila, especialmente su serogrupo 1, responsable de la mayoría de casos de legionelosis en Europa.

Identificar el tipo exacto es clave por tres motivos:

  • Evalúa la gravedad potencial del riesgo (no todos los serogrupos son igual de virulentos).

  • Facilita el rastreo epidemiológico de brotes (comparando cepas de pacientes e instalaciones).

  • Ayuda a verificar la eficacia de los tratamientos de desinfección y de los planes de control.

En Análisis Alimentos Alzira, laboratorio acreditado por ENAC (nº 1605/LE2945), no nos limitamos a detectar Legionella spp.: identificamos especie y serogrupo conforme a la UNE-EN ISO 11731, ofreciendo datos precisos para actuar con seguridad. Gracias a estas identificaciones precisas, nuestros informes no solo informan: orientan a decisiones técnicas y preventivas.

Un microorganismo con un ecosistema complejo

Legionella no vive sola. Sobrevive y se multiplica dentro de amebas y protozoos que habitan en el agua, sus reservorios naturales. Estos protozoos funcionan como auténticos “escudos biológicos”, protegiendo a Legionella del cloro y otros desinfectantes. Cuando las condiciones cambian —al calentarse el agua o producirse turbulencias—, las amebas liberan Legionella en forma libre o dentro de vesículas, aumentando el riesgo de inhalación.

Este comportamiento explica por qué la desinfección química no siempre basta. Controlar Legionella requiere entender el equilibrio microbiológico completo: temperatura, flujo, hierro y carga bacteriana total. Un enfoque integral que aplicamos en cada análisis.

De la historia al presente: legislación y vigilancia

Desde 1976, Legionella pasó de ser una curiosidad médica a un patógeno ambiental prioritario. En España, el Real Decreto 487/2022, sobre la prevención y control de la legionelosis, junto con la norma UNE-EN ISO 11731:2017, definen los métodos oficiales de detección y los criterios técnicos de calidad exigidos a los laboratorios.
Cada brote sigue recordándonos que la prevención no depende solo de tratamientos puntuales, sino de un mantenimiento técnico constante, una vigilancia microbiológica rigurosa y una interpretación profesional de los resultados.

Conocer la historia y biología de Legionella no es solo una cuestión académica: es la base para entender por qué la vigilancia microbiológica es vital en cualquier instalación de agua. En Análisis Alimentos Alzira aplicamos esta comprensión científica para ofrecer un control integral, fiable y acreditado, ayudando a prevenir problemas antes de que aparezcan.

 

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