Control y prevención de Legionella spp.

Las seis causas más comunes de Legionella — y cómo prevenirlas

En Análisis Alimentos Alzira somos especialistas en el control microbiológico del agua y la detección de Legionella spp. y Legionella pneumophila mediante técnicas acreditadas según la norma UNE-EN ISO 11731.

Tras más de 25 años de experiencia en laboratorios y asesoramiento técnico, hemos comprobado que los brotes de Legionella rara vez se deben a una única causa: son el resultado de pequeños fallos acumulados en el mantenimiento, el diseño o el control térmico de las instalaciones.

Estos factores se agrupan en dos grandes categorías: el comportamiento humano y el diseño y rendimiento del sistema. Conocerlos permite prevenir la aparición de la bacteria antes de que cause un problema sanitario.

1. Rutinas de purga incumplidas

Los programas de purga son esenciales para evitar el estancamiento del agua. Cuando se omiten o se realizan de forma irregular, las tuberías acumulan sedimentos y materia orgánica que favorecen el crecimiento de Legionella.

 2. Datos manuales sin análisis

Los registros mensuales en papel o en hojas de cálculo no reflejan la realidad del sistema. Sin seguimiento continuo, las variaciones de temperatura pasan desapercibidas, y el riesgo se acumula sin ser detectado.

3. Esquemas inexactos o incompletos

Un plano mal actualizado impide identificar puntos ciegos o ramales inactivos. Es imposible purgar o controlar lo que no se sabe que existe. La revisión y actualización de los esquemas hidráulicos es clave para la seguridad.

4. Circulación o equilibrado deficientes

Válvulas bloqueadas o desequilibradas, así como mezcladores termostáticos deteriorados, provocan zonas templadas (25–45 °C) donde la bacteria puede multiplicarse fácilmente.

5. Ganancia térmica del agua fría

El agua fría también puede calentarse en zonas poco ventiladas o sin uso. Sin movimiento constante, incluso las líneas frías se convierten en reservorios de Legionella.

6. Sobredimensionamiento del sistema

Diseñar instalaciones con más capacidad de la necesaria genera tramos de tuberías donde el agua permanece inmóvil durante días. Este estancamiento silencioso aumenta el riesgo microbiológico.

La clave: de la conformidad al control real

Todas las causas tienen un denominador común: el estancamiento del agua y la falta de información en tiempo real.
Un sistema puede parecer conforme “en papel”, pero no estar bajo control microbiológico efectivo.

La seguridad moderna ya no se basa solo en medir temperaturas o rellenar registros, sino en demostrar el rendimiento del sistema.

Buenas prácticas recomendadas

  • Monitorización remota continua de temperatura y flujo.

  • Detección y alerta automática ante desviaciones.

  • Planos hidráulicos actualizados y auditables.

  • Mantenimiento predictivo basado en tendencias de datos.

  • Integración de la información en paneles de cumplimiento para auditorías.

El cumplimiento no es papeleo. Es rendimiento.
Confía en un laboratorio con experiencia real y resultados demostrados.

Legionella Valencia